Siempre tuve una inquietud innata e hipnótica en el ámbito del diseño gráfico y la creatividad publicitaria. Siendo muy joven fantaseaba con recorrer los despachos de las grandes agencias de Madison Avenue.
Más tarde, el eclecticismo de Mariscal, las primeras publicaciones específicas de Diseño Gráfico, o la enciclopedia del Diseño Gráfico de Joan Costa que me regaló mi padre, terminaron por definir lo que sería mi auténtica vocación.
En el año 2001 fundo el estudio XY, donde vivo y comparto experiencias inolvidables durante casi dos décadas. En ese pequeño cuadrilátero de color rojo, tomo contacto con la mayoría de las personas que han significado algo en mi vida y se fraguan relaciones legendarias que aún perduran.
19 años después afronto mi formato más personal, un nuevo alumbramiento de la “Cultura del Proyecto”.
